Emilia Pardo Bazán
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Soy Emilia Pardo Bazán y de la Rua-Figueroa, o más bien conocida simplemente como Emilia Pardo Bazán. Nací el 16 de septiembre de 1851 en A Coruña, ciudad de la cual siempre hablo en mis novelas como por ejemplo en la obra Cuentos de Marineda.Soy hija única de familia noble, por lo que recibí una buena educación, ya que mi padre, el Conde José María Pardo Bazán siempre estuvo muy a favor de los derechos de las mujeres y me inculcó mi pasión por la literatura. Desde que tenía solo 8 años ya era muy aficionada a la lectura; con 9 años compuse mis primeros versos, y con 15, el cuento Un matrimonio del siglo XIX. Fue mi primer cuento, aunque he llegado casi a los 600 cuentos publicados.
Comencé a estudiar, aunque no podía ir a la universidad, ya que en mi época estaba aún vetada para las mujeres; pero yo me negaba a formarme solo en el ámbito doméstico y musical, que es lo que hacían las mujeres por aquella época. Entonces, comencé a aprender idiomas con soltura como el francés, inglés y alemán; además de tener conocimientos científicos y filosóficos gracias a los amigos de mi padre y a sus libros. Por ello, mi pasión son las humanidades y la literatura. Con solo 16 años contraje mi primer matrimonio con un hombre de buen estatus social, José Quiroga, con quien tuve mis tres hijos: Jaime, Blanca y Carmen. |
Con mi pareja y, junto a mis padres, recorrimos Europa, y me di cuenta de que los españoles debían viajar al menos una vez al año para ver los avances europeos. Pero finalmente, me divorcié y después de una simple relación literaria, comencé una relación amorosa con el famoso Benito Pérez Galdós, que se mantuvo durante muchos años, y sobre la que han salido a la luz las cartas de amor y picardía que nos mandábamos. Toqué muchos aspectos de la escritura, ya que realicé ensayos, novelas, críticas literarias; también fui editora, traductora, catedrática, periodista y sobre todo, he destacado por realizar conferencias apoyando al naturalismo en España y por mi gran apoyo público al feminismo y la defensa de los derechos de las mujeres, luchando por el acceso a la educación de las mismas, entre otras cosas, tanto en mi día a día, como en mis obras, por ello, una de mis obras más conocidas es Los pazos de Ulloa (1886). Defendí la libertad social e intelectual de la mujer hasta mi último día de vida en Madrid, el 12 de mayo de 1921, falleciendo a mis 70 años. |