Margaret Hamilton
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Hace mucho, mucho tiempo en un pequeño pueblo de Estados Unidos nació la pequeña Margaret.
¿Sabéis quién era Margaret? Fue la mujer que ayudó al hombre a subir a la Luna, puesto que era muy, muy, muy buena en ingeniería de sistemas, ¿sabéis qué es eso? La programación de los ordenadores. Con tan solo 24 años, Margaret empezó a trabajar en la NASA, que es la Agencia Espacial Estadounidense y es la que se dedica a enviar los cohetes al espacio. Margaret llevó a cabo una revolución científica, ya que hizo que Neil Armstrong fuera el primer hombre que pudo pisar la luna en el Apolo 11, que así se llamaba la nave que subió a la luna. ¿Queréis saber cómo ocurrió? Pues sigue leyendo, y descúbrelo… La científica Margaret tenía una hija llamada Lauren. Una tarde de verano Lauren dijo….: - Mamá, mamá, ¿puedo acompañarte a tu trabajo, qué quiero aprender todo sobre el espacio? - Por supuesto esta tarde mismo, te puedes venir conmigo.- Le contestó Margaret. |
Pasada la tarde, Lauren ya cansada se quedó dormida mientras que su mamá seguía trabajando y trabajando para el cohete Apolo 11, pues tenía una gran misión…
¡Y llegó el día! el 16 de junio de 1969 el cohete salió hacia la luna. Pero…. ¿Qué está pasando? De repente, la nave está fallando, se va para la derecha, para la izquierda, hacia abajo, ahora va hacia arriba, ¡ay que mareo, que ahora da una vuelta! Pero a Margaret no le preocupaba, ella lo tenía todo bajo control ya que había programado un sistema que arreglaría cualquier problema que pudiera ocurrir, y así, el Apolo 11 pudiera llegar a la Luna. Gracias a este sistema que Margaret tenía preparado, la nave subió, subió y subió y el 20 de junio en la luna aterrizó. Cuenta la leyenda que aterrizar en la Luna fue “un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad”. Y todo ello fue gracias a Margaret Hamilton, ingeniera de la NASA. Aunque todo el mundo, solo se acuerda de Neil Armstrong. ¡Y colorín colorado, a la Luna, Margaret nos ha llevado! |