Rosa Parks
|
Soy Rosa Parks y nací en Alabama el 4 de febrero de 1913, mi ascendencia era variopinta: africana, escocesa, irlandesa y nativo americana. Pero esto, que es una breve presentación sobre mí, no es la historia que os voy a contar. Yo fui una persona muy involucrada en el movimiento por los derechos civiles de las personas en Estados Unidos, especialmente a raíz de una cosa que me pasó… ¡Os la cuento!
Como tantos días, yo cogía un autobús para volver a casa. En aquella época los autobuses de mi ciudad tenían un gran cartel en su interior que indicaba lo siguiente: “LOS ASIENTOS DE LA PARTE DELANTERA PARA BLANCOS, LOS ASIENTOS DE LA PARTE TRASERA, PARA NEGROS. EN EL MEDIO SE PUEDEN SENTAR LOS NEGROS SI NINGÚN BLANCO LO REQUIERE”. ¿A que sorprende? Pues esto era lo normal, porque así lo indicaba la ley… Todas las personas, inde-pendientemente de su color, deben tener los mismos derechos, y yo era americana igual que cualquier otra persona blanca… Aquel día en el autobús, yo estaba sentada en el medio, y conmigo tres personas negras más. En una de las paradas subió un joven blanco, que no reclamó los asientos del medio, pero el conductor del autobús nos ordenó que nos levantáramos para ceder nuestro sitio al joven blanco. |
Las personas sentadas a mi lado se levantaron, pero yo permanecí inmóvil. El conductor seguía insistiéndome:
-¡Voy a hacer que te arresten!- Me dijo. - Puede hacerlo. – Le respondí yo. Al llegar la policía, ésta volvió a insistir para que me levantara, pero yo no lo hice, y les dije: - ¿Por qué todos ustedes están empujándonos por todos lados? Fui encarcelada por esto, acusada de haber perturbado el orden. Como respuesta a mi encarcelamiento, un hombre, por entonces desconocido llamado Martin Luther King, llevó mi protesta a los autobuses de otras ciudades, promoviendo que las personas afroamericanas pudieran organizarse para ir de un lado a otro sin usar los autobuses. Esto generó déficit, y tuvieron que eliminar la segregación racial del transporte público. Y así fue como me convertí en icono del movimiento de los derechos civiles, incluso recibí la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos por mi lucha incansable contra el racismo, por la que seguí trabajando hasta que fallecí en 2005. |